La basura manda: cuando el caos de la calle cuenta historias
- Miguelitor
- 16 jun
- 1 Min. de lectura

Lo primero que salta a la cara es la mujer con el cubo de basura naranja.
¿Por qué?
Porque el color te grita:
Naranja brillante contra un fondo más apagado.
Y su postura inclinada, su mirada directa,
te engancha al instante.
Después tu ojo empieza a explorar:
El hombre sentado al fondo.Parece desconectado, tranquilo, como si el caos a su alrededor no fuera con él.
El hombre agachado, rezando o reflexionando.Es un punto de interés sutil, pero añade misterio. ¿Qué está haciendo?
El tipo que camina frente a la cámara.Lo ves de pasada porque atraviesa la escena, pero no se roba la atención.
¿Qué pasa con los colores?
El naranja del cubo manda. Es la estrella del show.
El fondo azul y amarillo de la tienda añade contraste y profundidad.
La ropa morada de la mujer suma personalidad.
¿Qué nos dice esta foto?
Es la calle en su esencia más pura.
Caos, rutina, historias que conviven sin tocarse.
La mujer con el cubo trabaja.
El hombre sentado espera.
El tipo agachado piensa.
El que camina sigue su camino.
¿Por qué funciona esta foto?
Porque no hay un solo protagonista.
Es una coreografía visual.
Cada personaje hace su parte,
y el espectador conecta los puntos.
Es calle, es vida, es real.
Conclusión:Esta foto no te lo da todo mascado.Te obliga a mirar, a descubrir, a crear tu propia narrativa.Y eso, amigo mío, es lo que hace que funcione.
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