Cortar no es un error. Es un arte.
- Miguelitor
- 16 jun
- 1 Min. de lectura

Pensar que una foto está mal porque no sale todo, de cabeza a pies, es una tontería monumental.
El problema no es cortar.
El problema es hacerlo sin intención, como si usaras la cámara con los ojos cerrados.
¿Quieres fotos que cuenten historias o retratos que parezcan fichas policiales?
El encuadre no es casualidad.
Es tu voz.
Si cortas, que sea para enfocar, para intrigar, para hacer que el espectador quiera más.
Lo que no muestras puede ser más poderoso que lo que enseñas.
Un buen corte es una invitación. Una mala, una chapuza.
Ojo con las amputaciones raras.
Un mal corte puede arruinarlo todo.
No cortes por cortar. Piensa:
¿Aporta o resta?
¿Lleva la mirada donde quiero o la confunde?
Y aquí va el consejo clave:
Que no te tiemble el pulso al dejar algo fuera del encuadre.
La cámara no es una máquina para copiar la realidad.Es tu herramienta para interpretarla.
A veces, una parte bien escogida grita más fuerte que el todo.La clave no está en "qué" cortas, sino en "por qué".
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