ME LA SUDA SI CAMBIO DE OPINION

Me enseñaron a tener principios.

A morir por ellos.

Y por seguir esos putos principios, he tenido que defender mierdas indefendibles.

Así que a la mierda los principios.

Son una puta jaula.

Una lealtad de mierda al gilipollas que fuiste ayer.

A ese ya lo mandé a pelar boniatos.

Creí en Dios.

Fui taurino.

Prometí amor eterno.

Y hasta me gustó el puto Atleti.

Pura ceniza.

No es que cambie de opinión.

Es que ME LA SUDA si cambio.

Yo no cambio. Me ejecuto.

Cada cinco minutos.

El "yo" que empezó esta frase ya es un puto recuerdo.

El cambio no pide permiso.

Llega y te patea la puerta.

Y tú decides si te cagas de miedo o le invitas a un trago.

Cambiar de opinión no es debilidad.

Es el acto de valentía más jodido que existe.

Es mirarte al espejo y decirle al cabrón que te devuelve la mirada: "Tú y yo ya no estamos de acuerdo. Y uno de los dos se va a la puta mierda".

Siempre se va él.

Así que me la suda gustar.

Me la suda que me malinterpreten.

Me la suda TU PUTA CONFUSIÓN.

Mi verdad es esta.

Hoy.

Mañana, ya veremos.

Y si no te gustan mis principios...

Mañana es jueves.