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YO GANé AL PUTO CAMPEóN DEL MUNDO


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En mi clase había un dios.

El resto éramos mortales.


Él era el puto pack completo.

Guapo, alto, sobrado.

El cabrón corría más, saltaba más, respiraba mejor.

Un elegido.


Yo era el que se dejaba los cojones intentándolo.

El que sudaba el doble para llegar a la mitad.


Las tías me miraban, sí.

Para pedirme un puto boli.

A él se lo querían follar


Y sobre todo ella. Mi amiga.

La que de verdad importaba.

Se moría por el campeón.

Y yo lo sabía.


Y te jodes.


No puedes competir contra eso.

Es como querer medirte la polla con Nacho Vidal.

Vas a salir siempre con la cabeza gacha.


Hasta ese día.

Partido de voleibol.


Salto.

Remato.

Un misil.

Toda mi puta rabia en la mano.


Y al otro lado, un muro.

Él.

El puto campeón del mundo

Bloqueo.

Punto para ellos.



Todas las tías gritando su nombre.

Salivando.

Y yo, otra vez,

el puto perdedor.


Siguiente jugada.

Remata él.

El salto de siempre.

La potencia de siempre.

El puto dios en el aire.


Pero ahí abajo había un enano con los cojones muy gordos.

Salté.

Y le tapé el tiro.

SECO.

con dos cojones.


Punto. MÍO.


Y en ese instante,

mi polla medía más que la de Nacho

350 gramos


Pero hubo silencio.

Nadie aplaudió.

Las chicas estaban a su puta bola,

peinándose el flequillo ochentero


NADIE. LO. VIO.


Nadie,

salvo él y yo.


Le miré a los ojos.

Y por un puto segundo, no vi al campeón.

Vi al cabrón que acababa de perder.


Ese día lo entendí.


Hay victorias para la grada, para que te laman el culo.

Y hay victorias que son solo tuyas.

Las que nadie ve.


Las primeras te dan palmaditas en la espalda.

Las segundas te enseñan quién coño eres.


P.D.: Para mi amiga Berta.

Que lo leerá, lo entenderá y se reirá.

Gracias, Bertuchi, por ser la mejor amiga de siempre.



 
 
 

3 comentarios

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Mira, lo de tu clase no era un curso escolar:era mitología griega en chándal.Había un Zeus con mochila Nike… y luego estabais los humanos, sufriendo como pollos mojados.

Ese tío no era “el popular”: era una máquina diseñada en un laboratorio secreto de la NASA. Corría más, saltaba más, sudaba menos… ¡si seguro que hasta cagaba mejor! Un ser evolucionado. Un Pokémon legendario.

Mientras tanto, tú eras el héroe currante: el hobbit con mala leche, el underdog, el que se dejaba la vida para llegar… a la mitad.

Y las niñas, claro, las niñas estaban a lo suyo: unas pidiendo bolis, otras apuntando al Olimpo con los ojos, y tu amiga —la que importaba— directamente encendiendo velas a San Campeón…

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El Hijo de Pakita
01 dic
Obtuvo 5 de 5 estrellas.

Buenisimo!, todos hemos tenido ese sabor de boca, las miradas al famosete de clase y los demas a verlas venir y nadie te daba una palmadita en la espalda, solo a el. Me encanta leerte Miguelitor. Eres tan bueno escribiendo como echando fotos

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Contestando a

jejeje, sí, siempre hay uno que sobresale y al que le cae todos los celos. Gracias por leer y por tu comentario

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