TOROS, HOSTIAS Y UNA TELE CIEGA
- Miguelitor

- 10 oct
- 2 Min. de lectura

Año 89.
Antes de internet, la revolución era un puto canal de televisión.
En Madrid solo había dos opciones.
La uno y la dos.
Doble ración de mierda.
Carta de ajuste, el himno y la familia real fingiendo que se querían.
Y de repente, Telemadrid.
Toros. GRATIS.
En mi casa, la puta locura.
Lo sintonicé en nuestra Emerson,
esa tele con una pantalla verde, más gorda que el culo de un cohete.
Y mi madre corrió la voz por el patio de luces.
El niño sabe.
El niño lo sintoniza.
Me convertí en el puto mesías del dial.
El genio tecnológico de la calle Postas.
Iba de casa en casa, con mi séquito de coleguillas pisándome los talones.
Una y otra. Y otra.
Un giro de muñeca y la magia.
Era dios.
Hasta que llegó la última pantalla. La prueba final.
La casa de la Gaceta del barrio.
La vieja que vivía pegada a la ventana.
La que te espiaba subir la escalera por el resquicio de la puerta
Su tele era de la prehistoria.
Una caja de madera con una puta manivela que hacía CLIC.
Y encima, presidiendo la escena, la foto de la boda.
Un puto altar.
Tamaño grande.
Más grande que Europa
Dos hipopótamos serios.
Él, con un bigote FRANQUISTA y un sombrero cordobés que pedía a gritos una hostia.
Y ella, a su lado,
ya gaceteando en la puta foto, mirando a otro lado.
Mis colegas no se mordían los labios.
Señalaban, se despelotaban.
Con la puta alevosía con la que se ríen los críos.
La gaceta nos fusilaba con la mirada.
Quería sus putos toros. YA.
La tensión se masticaba.
Giré la manivela.
CLIC.
CLIC.
CLIC.
No encontré Telemadrid.
Lástima
Borré la uno.
Y después, la dos.
La dejé CIEGA.
El silencio duró un segundo.
Y entonces, la puta detonación.
Una carcajada que reventó las ventanas.
Uno de mis colegas,
ya desatado, empezó a señalarlo todo.
Con dos cojones.
Salimos de allí echando hostias,
descojonados, andando con la dificultad que se anda cuando te partes la polla y no puedes ni respirar.
Que viniera otro a arreglar el estropicio.
Ese día no llevé los toros al barrio.
Pero joder, les di un espectáculo mucho mejor.







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