Solo soy ordenado cuando viene un tifón
- Miguelitor

- 25 sept
- 2 Min. de lectura

A mí el orden me la suda.
No soy desordenado. Soy el superlativo
Soy caótico.
Y no soy un puto guarro.
Si no entiendes la diferencia, búscalo en youtube
Mi vida es un desorden.
Mis horarios, mis impulsos, quehaceres, la montaña de ropa en el sofá.
Mi escritorio es un yacimiento arqueológico.
Hay mierdas ahí encima cuyo nombre desconozco.
Nado en mi propio caos.
Pero hoy el universo me ha dado una hostia.
Tifones en Hong Kong
El fin del mundo en directo.
Apocalipsis Now!
He salido a ver los destrozos.
Vivo en una isla.
Un puto paraíso de playa y jungla.
hojas tan grandes como el edredón con el que te arropas.
Taparrabos para Nacho Vidal.
Hoy parecía el escenario de una puta guerra.
El agua drena pero la mierda no.
Caminos cortados por árboles como dioses caídos.
Peces muertos en el asfalto.
Cristales
sillas enredadas en las ramas
Una puta camiseta de la selección de Panamá
y aquí no hay panameños
Una antena de tele,
clavada en la orilla del mar
Y en medio de ese puto caos, gente.
Limpiando. No para ellos. Para todos.
Me he metido. Arrimado el hombro
Trabajo de animal.
Juegos Vascongadas
Mover rocas de Obélix
de vuelta a su sitio
que es el mar
Y ahí lo he entendido.
No estábamos limpiando.
Estábamos reconstruyendo.
Estábamos diciéndole al caos: "Hasta aquí, hijo de puta".
Estábamos, todos juntos, poniendo orden.
He vuelto a casa. He abierto la puerta.
Y he visto mi propio desastre.
Mi ropa.
Mis papeles.
Mi tifón personal.
Por primera vez, no me ha parecido mi hogar.
Me ha parecido patético.
Una puta broma.
El orden del mundo exterior ha entrado dentro de mí.
He dejado las llaves en la mesa.
Y he empezado a ordenar.







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