¿Qué hiciste, Abusadora!?
- Miguelitor
- 27 sept
- 2 Min. de lectura

Llegaba yo de regar mis dos hectáreas de cuernos.
Hundido en la puta miseria.
Un fantasma con el corazón partido.
Invisible.
eran las fiestas del pueblo
Y ahí estaba ella.
Tres años más pequeña que yo.
Tres vidas más mayor.
La recuerdo.
Zapatos feos de cojones.
Falda de pana.
Leotardos de colores.
Pelo a trasquilones.
Trenza mal hecha
y un puto tatuaje
en el cuello, una estrella
Y un litro de cerveza que se movía al ritmo que la música le daba a ella.
Nos conocíamos.
Me cogió de la mano y me sacó a bailar.
Sonaba "Abusadora".
Cantamos a puto grito pelado.
En mi cara, su aliento a cerveza
y amores de fresa.
Y yo queriendo más.
El litro pasaba de su mano a la mía.
Un trago ella.
Dos tragos yo.
Bailamos pegados.
Como hay que bailar, joder.
Mi boca buscando la puta estrella tatuada en su cuello.
Cayeron porros.
Y putas risas que acortaban la noche.
Bailamos sin música.
Apretados.
Recuerdo el tacto de la falda de pana.
y el de los leotardos de colores
Y entonces me quitó los cuernos de un puto besazo.
Una tirita en el corazón.
Alas,
y a volar
Aquello no fue el principio de una historia de amor.
Fue algo mucho más jodidamente importante.
Fue el final de mi puto luto.
Hay gente que llega para hundirte en la miseria.
Y luego hay gente que llega con unos leotardos de colores para que,
en una sola noche,
recordarte quién coño eres.
Unos te enseñan lo que es el dolor.
Otros te enseñan que el dolor se cura bailando.
Y esa, joder, es la puta lección.
Y tú.
La de la estrella en el cuello.
Sé que estás leyendo esto.
Así que acabo con una sonrisa.
Como tú.
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