Mi trabajo era venderle Budweiser hasta a Dios.
- Miguelitor

- 20 ago
- 2 Min. de lectura

28 años. Un Mini Cooper.
Y que me den una patada en las pelotas
si no tenía
el mejor trabajo del planeta.
Promotor de Fiestas Nocturnas
de la Cerveza Budweiser.
Hazte una idea
Cerveza y fiestas nocturnas
pero que nadie se confunda.
Ese era un curro para mi yo de 28 palos
Al cincuentón que soy ahora, ese ritmo me mete en una caja de pino al día cuatro
Pero entonces... joder.
Entonces era el puto rey del mambo.
Mi misión era simple: invadir la costa.
Hacer que desde Castellón hasta Gibraltar se bebiera Budweiser y no otra puta cosa
Los americanos saben más de vender que Dios de religión,
me dieron un arsenal, estimado lector
Un Mini Cooper, un cheque en blanco para regalos
Litros de cerveza para ahogar a toda la península.
La nuestra, La ibérica, la de la pata negra
y la orden era clara: "
Vive, disfruta y gasta
No se trataba de tener labia.
llámalo estrategia.
La puta ley del capitalismo yanqui:
regala a lo bestia.
Éramos un comando.
Dos chicas espectaculares a las que era imposible decir que no.
Aunque el responsable era yo
Mago sin chistera,
Regalos a la americana.
Grandes. Exagerados.
De esos que te obligan a ir al coche a dejarlos
y llamar a tus colegas para que vengan
a ver a los reyes magos
Ahora soy un puto hombre sano.
Ni fumo, ni bebo, ni gasto
ni para regalos que estamos
Pero entonces...
Cambios de Budweiser por cigarros mezclados
los de la risa
los que la noche suavizan
Bailé con guapas y feos,
ya sabes, estimado lector
de noche todos los gatos son deseos
Bebe y bebe hasta que te guste
me dijeron al dudar después de ...
ya te lo cuento si eso
Yates, casoplones de película,
famosos en Marbella
viva la fiesta
mismo peinado que ahora,
en buena forma física
con trenza en la perilla
Noches,
cerveza,
cafeína y adrenalina
Conquisté Castellón, Valencia, Benidorm,
Alicante, Murcia, y el Mar Menor
Almería, Málaga, Marbella, La Línea de la Concepción.
y hasta un puto decorado
Gibraltar, español.
Ya no hay regalos, ni yates
ni Mini Coopers, ni birras,
ni chicas espectaculares,
ni soy el mago
que magia hace.
Ni bebo hasta que me guste
lo que no me gusta
ni fumo tabaco
ni quemo chustas
Contento de haberlo vivido
no quepa duda
No hay dios que me lo quite
ahora lo dejo aquí escrito
aunque no creo que se me olvide
Esta experiencia es mía
parte de mi vida
y gracias a ella
¡Viva la fotografía!







Comentarios