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Mi trabajo era venderle Budweiser hasta a Dios.

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28 años. Un Mini Cooper.


Y que me den una patada en las pelotas


si no tenía


el mejor trabajo del planeta.





Promotor de Fiestas Nocturnas


de la Cerveza Budweiser.




Hazte una idea


Cerveza y fiestas nocturnas


pero que nadie se confunda.


Ese era un curro para mi yo de 28 palos


Al cincuentón que soy ahora, ese ritmo me mete en una caja de pino al día cuatro


Pero entonces... joder.


Entonces era el puto rey del mambo.



Mi misión era simple: invadir la costa.


Hacer que desde Castellón hasta Gibraltar se bebiera Budweiser y no otra puta cosa



Los americanos saben más de vender que Dios de religión,


me dieron un arsenal, estimado lector


Un Mini Cooper, un cheque en blanco para regalos


Litros de cerveza para ahogar a toda la península.


La nuestra, La ibérica, la de la pata negra



y la orden era clara: "


Vive, disfruta y gasta



No se trataba de tener labia.


llámalo estrategia.


La puta ley del capitalismo yanqui:


regala a lo bestia.



Éramos un comando.


Dos chicas espectaculares a las que era imposible decir que no.


Aunque el responsable era yo



Mago sin chistera,


Regalos a la americana.


Grandes. Exagerados.


De esos que te obligan a ir al coche a dejarlos


y llamar a tus colegas para que vengan


a ver a los reyes magos




Ahora soy un puto hombre sano.


Ni fumo, ni bebo, ni gasto


ni para regalos que estamos


Pero entonces...


Cambios de Budweiser por cigarros mezclados


los de la risa


los que la noche suavizan




Bailé con guapas y feos,


ya sabes, estimado lector


de noche todos los gatos son deseos


Bebe y bebe hasta que te guste


me dijeron al dudar después de ...


ya te lo cuento si eso




Yates, casoplones de película,


famosos en Marbella


viva la fiesta


mismo peinado que ahora,


en buena forma física


con trenza en la perilla


Noches,


cerveza,


cafeína y adrenalina




Conquisté Castellón, Valencia, Benidorm,


Alicante, Murcia, y el Mar Menor


Almería, Málaga, Marbella, La Línea de la Concepción.


y hasta un puto decorado


Gibraltar, español. 





Ya no hay regalos, ni yates


ni Mini Coopers, ni birras,


ni chicas espectaculares,


ni soy el mago


que magia hace.



Ni bebo hasta que me guste


lo que no me gusta


ni fumo tabaco


ni quemo chustas



Contento de haberlo vivido


no quepa duda




No hay dios que me lo quite


ahora lo dejo aquí escrito


aunque no creo que se me olvide



Esta experiencia es mía


parte de mi vida



y gracias a ella


¡Viva la fotografía!




 
 
 

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