ME PASE EL 2003 SIN CAMISETA

Me pasé el puto 2003 sin camiseta.

Pero para llegar ahí, primero tuve que arañar el cabecero de la cama.

Tenía tantos cuernos que me fui de mi pueblo llorando.

La solución era una.

PIRARSE.

Aterricé en Mallorca. Sonriendo

Febrero. Un curso de animador.

Porque para estudiar soy un puto negado.

Para currar, peor.

Pero para que la gente se lo pase de puta madre, soy dios.

Punto.

Me mandaron a Menorca.

Abril del 2003. El primer día.

Trescientos guiris esperando.

Un escenario vacío y un cable que conectaba un puto micrófono.

Estaba cagado,

nos ha jodido.

Tres horas de show para cien británicos borrachos.

Hice un juego.

Hombres contra mujeres.

Los idiotas querían ingleses contra escoceses.

Primera lección del oficio: NUNCA mezcles banderas.

Acaban a hostias y la ley de la rifa dice que alguna te la llevas puesta.

Ganaron ellas.

El show fue una mierda.

Pero lo hice. Sobreviví.

Y repetí.

Y repetí.

Por la mañana: fútbol, waterpolo, aquagym.

Por la tarde: tonteo con guiris.

Por la noche, el escenario.

TRES PUTAS HORAS.

Con dos cojones.

El centro del universo.

Ir sin camiseta fue mi puto uniforme.

Mi puta piel nueva.

De pelo en pecho, sin músculos pero con andares de que me sobraban.

Me convertí en el Gran Wyoming de la animación.

El puto amo del micro.

Mi Renault 5.

De copiloto, una inglesa distinta cada dos semanas.

No nos entendíamos una mierda, nos mirábamos, sonreíamos

y sabíamos lo que queríamos.

Mi inglés con acento Ultrasur me hacía aún más tropical.

Todas las putas miradas eran para mí.

Y ahí, en una playa de Menorca, lo entendí.

Que la mejor puta cosa que me había pasado en la vida...

...fueron esos cuernos DE MARFIL.

A veces, para encontrarte, primero te tienen que hacer mierda.