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ME HE TOCADO LOS COJONES TODA MI PUTA VIDA. Y AHORA SÉ POR QUÉ.



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Lo reconozco: he sido un ocioso profesional.


Siempre he preferido el dulce peso de mis pelotas en la mano que el callo de una herramienta.

Trabajar, sobre todo para otro,

siempre me ha parecido una forma elegante de prostitución.


He preferido, conscientemente,

perder el tiempo a encontrarlo.


Y estaba jodidamente orgulloso de ello.

Hasta ahora.


Últimamente, una puta palabra me taladra el cráneo:

TIEMPO.


El tiempo se ha vuelto un cabrón con prisa.

Se llevó a mi amigo Jose.

El Calvo!

A mi hermano Carlos.

El Gordo!

Y la semana pasada, a mi otro Jose,

mi cuñado!.


Se han ido.

Ya no están.


Y mientras les lloro, les recuerdo y les escribo,

no puedo dejar de preguntarme qué cojones es esa estafa a la que llamamos tiempo.


El pasado es un puto fantasma.

El futuro, una mentira que nos contamos para poder levantarnos de la cama.

Y el presente... es el clic de mi cámara.

Pero en el instante en que lo atrapas,

...Adiós muy buenas

Se ha convertido en pasado.


Como dijo el viejo de los pelos blancos, y bigotes científicos

El tiempo...

...es relativo.


Tu tiempo es tu cronómetro.

Nace contigo, con tu primer grito,

y se apaga con tu último suspiro.

Y entremedias, un tic-tac incesante

que te recuerda que la cuenta atrás aún no se ha detenido


Y en medio de este ruido,

una cosa me he prometido:

Detener Mi PUTO tiempo.

El mío.

El único que existe.

Y bucear en mis recuerdos.


Porque mi tiempo y mis recuerdos son lo único que tengo.

Mi puto tesoro.


Pienso en ese insecto que vive 24 horas.

Nace, se hace adulto a toda hostia y busca reproducirse.

El macho ni siquiera tiene boca.

Nace, ayuna, folla y muere

¡Toma ya la misión!

Un día de vida para perpetuar la especie.

Con dos cojones.

espero que por lo menos haga sol


Y luego está esa puta almeja de Islandia,

Para esa si que no hay sol

vive 500 años, quinientos

en el fondo del mar, viendo pasar la vida a cámara lenta.

Con lo frío que es Islandia!


¿Quién coño tiene razón?

¿La urgencia del insecto o la paciencia de la almeja?

Dímelo tú

Porque el tiempo no es el reloj, es lo que haces mientras el reloj corre.


Yo ya no temo a mi tiempo.

Que se acabe cuando le salga de los cojones.

Porque mi amor, mis fotos y mis recuerdos no se van a ningún lado.

El tiempo que "perdí" tocándome los huevos no regresa,

¡pero me enseñó una puta lección vital!

Me enseñó a pasarlo bien, e incluso a pasarlo mal.

Me enseñó a sentir.


La verdadera pérdida de tiempo no es estar desocupado.

La verdadera pérdida de tiempo es la anestesia.

Es cuando dejas de sentir.

Cuando tu corazón no da un puto respingo.


El tiempo no se gana,

ni se administra,

ni se multiplica.

¡Se disfruta!

¡Se vive!

Es un puto regalo,

pero no uno de esos que vienen con un lazo.


Es un regalo salvaje,

un lienzo en blanco para que lo arañes,

lo escupas y dejes la marca de tu puta existencia.


Lo que realmente importa no es cuánto tiempo tienes, sino cuánto de ese tiempo estuviste jodidamente vivo.



Vuelvo a escribir en el blog después de una puta semana pensando.

Gracias por estar al otro lado


 
 
 

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