Licencia para quemar un poco de Hachís

Aviso a navegantes:

aquí se va a hablar de porros. Si eso te asusta, tira para TikTok a ver gatitos.

Esta historia no es para ti.

Haz con tu vida lo que te salga de la punta de la cremallera.

A mí me la suda.

A los 17 escuché que la mili te ¨enseñaba¨ a ser un hombre,

Tócate las pelotas.

Menudo gilipollas el que se crea que se hizo hombre ahí

La mili te enseña a sobrevivir.

Y para sobrevivir en esa puta jaula, aprendes dos cosas: a limpiar un fusil y a liar porros.

El fusil era para un enemigo que nunca viste.

El porro era para matar al enemigo que tenías dentro: el puto miedo, el aburrimiento, la puta soledad.

No fumar era morirse de asco tres veces al día.

Desayuno, comida y cena

Una noche, de guardia, fumao, con los ojos como dos putas señales de stop, cogí un boli.

Y por primera vez en mi puta vida, no escribí una carta de amor no correspondido.

Empecé a escribirme a mí.

Vomité mi verdad.

Frases rotas, palabras que queman. El texto era un puto caos.

Pero era sincero. Era yo.

A escribir no se aprende en la escuela. Ahí aprendes a coger el puto boli.

A escribir se aprende cuando te atreves a hablar de lo que te callas.

De tus miedos. De tus vergüenzas.

La historia más poderosa que puedes contar es la tuya.

Tu gloria y tu puta miseria.

No hay mejor tinta que la que bombea tu corazón.

El hachís no me dio ideas.

El hachís me dio cojones.

Me enseñó a sangrar sobre el papel.

Escribir es un acto de valentía.

darle voz a tus silencios,

mostrar tu herida a otros heridos,

torear el miedo al rechazo.

Escribir es sentarte en primera fila para ver tu propio puto desastre.

Es mirar tus lágrimas de cerca y no apartar la puta vista.

Es dibujarte con letras y frases cortas

Mis textos no son bonitos.

Me la suda.

Mis textos son míos.

Mis fotos son mías.

Mis defectos son míos.

Tú tendrás los tuyos. Te jodes.

Nadie me ha dicho cómo tengo que escribir, así que lo hago como me sale de la punta de la pluma.

Nadie puede ni debe adornar tus confesiones.

Escribo como hablo: alto, rápido y directo

Si algo me toca las pelotas, lo escribo.

No estoy para susurrar mis putos problemas.

Escribo a voz en grito

...Y así es como dejan de doler.

Mis textos no son un diván.

Son un puto ring de boxeo.

Yo contra mí, a hostia limpia.

Y escribo para noquearme

Y todo empezó ahí, hace años

en la puta oscuridad.

En la mili, de guardia,

con un boli

Llorando, solo y hasta el cuello de hachís

Y gracias a esa mierda, hoy estás leyendo esto