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El Secreto de la Pared: Mi Primera Lección de Fotografía Fue en un Putobordillo

Actualizado: 15 ago

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Cuando éramos pequeños en verano, el calor te echaba de casa a patadas. No era una sugerencia. Era una puta orden de desahucio.

Dentro de las casas, el aire era un infierno

sin aire acondicionado ni hostias en vinagre.


El que más, tenía un ventilador,

que, para notarlo, tenías que metértelo por el culo.

o hablar muy enfrente de él y escucharte con voz de pitufo


Recuerdo que en mi casa para refrescarnos teníamos que tocar el picaporte de la puerta de la entrada o bajar a la portería y poner los mofletes en los buzones de abajo.

No eran apaños. Ni sé porqué he dicho portería.

era un portal, sin más.

Así que la solución era simple: todos a la puta calle.


Y la calle dejaba de ser la calle.

Se convertía en el salón de todo el pueblo.

En el parlamento al aire libre.

En el confesionario sin cura.

Los padres a tomar el fresco y la chavalada a lo nuestro: a andar, ver, escuchar y jugar.

Llámalo aprender.

Despabilar


Joder, mi primera escuela de fotografía no tuvo paredes, tuvo portales.

Me acuerdo del nombre, los apellidos, la matrícula del coche y el color de la puta hamaca de todos mis vecinos.

Estaban los siesos, los graciosos, las marujas, los cotillas, los descamisaos, los chulos y los repeinaos


Tribus urbanas con taburetes de tres patas, ducados, camisones de señora y patillas largas

en cada farola una nube de mosquitos, en cada grupo agua de botijo,

alguna que otra pelea de gatos, vecinas guapas y vecinos guapos


Sinfonía de verano,

carcajadas profundas, ambiente cercano


canto de grillos

ladridos perros y gritos de niños


Sangre en las rodillas,

pelota de fútbol y bocata de salchichas


Sudor en el pelo

La ropa más bien sucia y pipas en el suelo


No lo sabía entonces, pero estaba entrenando.


Estaba aprendiendo a mirar.

A escuchar.

A mirar

A componer.


La calle te enseña, joder.

Mucho


Solo tienes que aguantar el calor.

Y ya para acabar, estimado lector


que ya solo con esta infancia, estas memorias y aquellas gentes

si esto es vivir,

yo quiero vivir dos veces


 
 
 

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