El Esquiador de Slalom contra el Pintor de Brocha Gorda
- Miguelitor

- 6 ago
- 2 Min. de lectura

Ya lo dije en otra ocasión y lo repito ahora para que se te grabe a fuego: esto no va de más difícil o más fácil.
Color contra grises es diferente. Es otra puta guerra.
O al menos me lo parece a mí. Quizá es que soy un puto inútil con el círculo cromático y toda esa mierda teórica. De hecho, no es "quizá". Lo soy. Soy un negao. Pedirme que componga con colores es como poner a Modrić de lateral izquierdo: puede que cumpla, pero le estás jodiendo la puta vida y desperdiciando su magia.
El color, para mí, es una excusa.
Una puta coartada para dar tres pasos atrás.
quizá sean cuatro
Y coño, cómo lo agradezco a veces.
Esos tres pasos me salvan de una cornada. Me alejan del aliento del toro.
Me permiten ver el puto cuadro entero, la composición, la pintura.
El color me convierte en un espectador seguro, en un pintor que observa la escena desde una distancia prudente.
Pero el gris... ah, el puto gris.
El gris me da permiso para que me la sude el amarillo del camión, el verde del semáforo y toda la puta feria de colores.
Si esta foto que ves la hubiera hecho en blanco y negro... joder.
Olvídate.
Desde luego que no la hago fotografiando unos putos hombros desde el otro lado de la calle.
Eso es de mirones, de cobardes.
No.
Si hubiera disparado en blanco y negro, hubiera sido un puto esquiador de eslalon bajando a toda hostia.
Me hubiera metido hasta la cocina, esquivando las picas con el cuerpo:
a tomar por culo los camiones, a la mierda el paso de cebra, que le den a los paraguas de colores y al puto semáforo.
No los hubiera necesitado.
Me hubiera enfocado en los gestos.
En las putas miradas.
En la tensión de los músculos.
Hubiera cazado el alma, no el escenario.
Hubieran salido los cuatro, sí, con los paraguas, sí... pero de cara.
Hubieran sentido al fotógrafo. Pa' que se sienta la foto.
Esa es la puta diferencia.
El color te obliga a respetar el entorno, a dialogar con él.
El blanco y negro te da permiso para mandarlo todo a tomar por culo y centrarte en lo único que importa: la verdad cruda que se esconde dentro de la gente.
Hoy digo esto.Mañana, a lo mejor, le prendo fuego a esta idea y te digo todo lo contrario.
¿Has cambiado alguna vez de opinión?
Gracias por leer mi blog que nadie lee







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