El beso y la muñeca rota
- Miguelitor

- 7 nov
- 2 Min. de lectura

Ayer, el ciclista.
El ganador con cara de melón en un podio.
Y dos tías. Una a cada lado.
Obligadas por contrato a besar a un desconocido sudado.
Un trofeo de carne para el campeón.
Y yo pensaba que era solo eso.
Una tradición de mierda.
Hoy he hablado con mi mujer.
La china.
No es que tenga varias sino que la llamo así
Y lo he entendido todo.
La hostia me ha dado en la puta cara.
No es el beso.
No es el ciclista.
Es el sistema.
Es la puta estantería.
¨Nos¨ quieren así.
Muñecas.
Bonitas. Calladas.
Con la ropa puesta,
señoritas
y una sonrisa de plástico que no se borra ni a hostias.
El adorno perfecto.
Hasta que se nos enreda el pelo.
Hasta que nos rompemos.
Entonces, a la puta calle.
O nos ofrecen un marco.
Dorado.
Vacío.
Para que metas tu vida ahí dentro.
Para que seas el retrato perfecto que todos quieren colgar en su pared.
El Calendario de los talleres
Pero el marco siempre está vacío.
Porque la que está ahí colgada no es real.
Es una puta mentira.
Y en medio de toda esa mierda... un espejo.
Y te ves.
Tú.
La de verdad.
La que no es muñeca.
La que no cabe en el marco.
La única que respira en este puto cementerio de expectativas.
Ayer no lo entendía.
Hoy sí.
El beso del ciclista y la muñeca rota son la misma mierda.
Son los barrotes de la misma jaula.
Mi trabajo no es explicar cómo se siente el pájaro.
Mi trabajo es ver la PUTA JAULA.
Y no aplaudir al carcelero.
Se acabó el puto circo.







La escena del podio ciclista puede parecer un gesto inocente o simplemente una tradición, pero cuando la observamos con atención revela algo más profundo: una forma de colocar a las mujeres en un papel decorativo, como parte del espectáculo y no como protagonistas de su propia historia.
El texto muestra un cambio de mirada.Primero se ve el gesto aislado —el beso— y parece algo menor.Pero al hablar con otra persona, al escuchar su perspectiva, se comprende que el problema no es el acto en sí, sino la estructura que lo sostiene.
No se trata del ciclista, ni de las chicas, ni de la intención individual. Se trata de un sistema que durante años ha pedido a muchas mujeres que ocupen…