DRAGONES, TOREROS Y PASTELES DE ARÁNDANOS: DIME CÓMO TE LLAMAN Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
- Miguelitor

- 11 sept
- 2 Min. de lectura

Dime cómo te llama tu pareja y te diré el tamaño de tus cojones.
Así de claro.
No tengo nada en contra del cariño. Pero hay una puta línea muy fina entre el cariño y el certificado de calzonazos. Y esa línea la dibuja el apodo que te ponen en casa.
Yo también estuve ahí. En el lado de los "chati", "cari", "cielo" y "gordi".
Tuve una pareja a la que llamaba "chatita".
Luego me puso una gorra de cuernos que no me cabía en el ascensor.
Se fue con otro para llamarle "chatito" también.
Poco creativa.
Me sirve de consuelo que cada vez que le llama, se acuerda de mí.
Que se joda.
Y entonces, mi vida cambió.
Me vine pá Hong Kong.
Llevo años casado con una china. A la que llamo "China".
Nada creativo. Verdad
Pero ella no me llama "chatito"
Ni ¨español¨.
Mi mujer me llama Huǒlóng (火龍).
DRAGÓN ARDIENTE.
Muérete de envidia.
Jódete, Gordi.
Que una mujer te llame Dragón Ardiente no es que te dé los buenos días. Es que te pone una puta corona y te dice: "Sal ahí fuera y quema el puto mundo".
¡Eres el puto número uno!
Y cuando quiere que me sienta como el puto rey del mambo, me llama Dòuniú shì (鬥牛士).
El hombre que pelea con toros.
¡Con dos cojones!
Vamos, Un puto torero.
Un tipo valiente, chulo, y echao pá´lante
Dejemos lo del estoque.
¡Qué me follen de dos a tres veces si lo mío no mola más!
Puedes llamar a tu pareja como se ponga de la punta de las gafas,
para esos sois vosotros los que compartís vida y cama
La diferencia es empezar el día sintiéndote un puto perrito faldero o empezar el día sintiéndote un puto tigre.
Que te llame Dragón Ardiente frente a sus amigas es símbolo de estatus.
Me hace bailar
Como los palomos bailan para cortejar.
Eres un puto gladiador.
Eres el macho alfa.
Eres el que lleva el brazalete de capitán.
¡SOY EL PUTO DRAGÓN ARDIENTE!
Y luego os veo a los demás.
¡No me jodáis!
¡Pero si hasta en Pulp Fiction!
Butch, el personaje de Bruce Willis.
Un boxeador que mata a un tío en el ring.
¿Y qué hace cuando su novia, la ñoña, olvida el puto reloj de su padre?
Suspira, la llama "Pastel de arándanos" y se juega la vida por ella.
El puto héroe.
El puto asesino.
Reducido a un puto postre.
Un calzonazos de manual.
¿Pastelitos? ¿En serio?
¡Si cojo yo a Butch le meto una paliza que se caga!
Si algún día mi mujer me llama "Pastel de arándanos", sabré que todo se fue a la mierda.
Me vuelvo al pueblo a que me pongan la gorra.
Y sí.
Toda esta puta historia también me ha hecho mejor fotógrafo
Porque fotografiar no es solo ver.
Es escuchar.
Es ignorar los "gordi" y los "cari", los nombres de superficie que todo el mundo ve.
Es acercarte lo suficiente para escuchar el nombre secreto. El que define, el que quema.
La fotografía de verdad no captura "Pasteles de arándanos".
La fotografía de verdad busca putos "Dragones Ardientes".
Adiós Gordis!







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