A mis amigos de La Calle Postas
- Miguelitor

- 21 ago
- 2 Min. de lectura

La mejor escuela de fotografía de toda la puta vida es el haber crecido en un barrio donde jugabas con otros niños. He dicho
y cuando digo jugar también digo hacer putadas,
darse de hostias,
embarrarse
Meterse hostiones con la bici...
y mucho más
No todo va a ser escondites ingleses ni corros de patatas ni otras gilipolladas
¡Ojo!
cursis, pero necesarias
También hay que romper farolas,
tirar barro a las fachadas
y tener guerras de pedradas
Si has tenido la suerte de nacer en un barrio así, sepas que te convalidan hasta tercero de Comunicación Audiovisual.
Yo me crié en la Calle Postas y me convalidaron hasta cuarto, sólo tuve que hacer las prácticas. Con dos cojones
Conste que si has nacido en un barrio donde tu único juego era hacer castillos de Naipe en la alfombra de tu casa, tu te ti contigo...
no te quiero desmotivar,
ánimo, claro está.
Caprichos del destino
nacer en un sitio o en otro lugar
Calle Postas, años ochenta
Calzada recién asfaltada
maravillosa chavalada
bocadillos de choped
y algún que otro macarra
Porterías pequeñas,
rodillas ensangrentadas
Treinta críos, treinta
Sin miedo a las afueras
en la puta calle, dando vueltas
Los niños aprenden rápido
ya sabes, el ver, oir y callar que se nos inculcó
aunque si no se calla
mejor que mejor
Buenos amigos aunque también de hostias nos hemos dado
no te pienses, estimado lector
que de abrazos y cariños vive el señor
Pasa en todas las casas que después de cuatro guantás
y recuerdos a la madre o al padre quizá
aguas de borraja
volvía la amistad
El caso, estimado lector es que
esos niños con los que me crié
saben más de fotografía que el que cree saber
no por cámaras
ni técnicas
ni estudios en...
Sino por lo único que vale
en este bonito arte de ver.
treinta niños, treinta,
de instinto callejero.
Para observar
no hace falta cámaras
ni dinero
Solo amar la calle,
amor verdadero
A mis amigos de la infancia de la Calle Postas
Ue, Ue, Rabosúe







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