Un viejo con boina, un melón y una señora regando su acera
- Miguelitor

- 11 oct
- 2 Min. de lectura

El traje era el uniforme.
La corbata, la puta correa.
El Audi, una jaula de lujo pagada por mi dueño.
Y los porros, el único aire que podía respirar.
Yo no era un hombre de negocios.
Era un esclavo con ínfulas.
Cáceres.
Donde los días libres eran para olvidar quién coño se suponía que era.
O vino o carretera.
Ahogarse o huir.
Un día cogí el Audi y me fui a buscar la nada.
Radio 3. Un par de porros. Y el disfraz de payaso puesto.
Por si había que volver al circo.
Llegué a un pueblo que olía a verdad.
A gallina, a oveja y a carteles escritos a mano sobre cartón.
Me miraron.
Claro que me miraron.
Un fantasma con corbata en el mundo de los vivos.
Y lo vi.
Un rey sentado en su trono. Un puto bordillo.
Su corona, una boina calada hasta las cejas.
Su cetro, una tajada de melón.
A sus pies, un cubo azul. El tesoro del reino.
Yo quería vino. Él lo vendía.
Dos garrafas de pitarra. El precio era una puta burla.
Más barato que la vergüenza
Pagué.
Cuando me iba a largar, el rey habló sin mover los labios.
Señaló el melón.
Señaló el trono a su lado.
La prueba final.
Me senté.
Soy de entendederas
Y ahí estábamos.
El rey y el puto bufón.
Comiendo de su cosecha. Bebiendo de su porrón.
Escupiendo las cáscaras en el tesoro real.
El cubo azul
Salió la Gaceta.
A regar la acera.
Pamplinas.
Salió a juzgar.
Necesitaba dosis de vida ajena.
Vio a su rey, donde siempre.
en su bordillo
Y a su lado, un gilipollas de ciudad jugando a ser un hombre.
Un payaso con un coche caro intentando comprar un trozo de verdad.
Imagina la foto.
¡Espectacular!
En su puta mirada lo entendí.
Esto no era un contraste.
Era una JERARQUÍA.
Él, con su melón y su cubo, era el puto dueño de su vida.
Yo, con mi traje y mi Audi, no era dueño ni de la puta corbata que me ahogaba.
Nos pasamos la vida construyendo imperios de cristal.
Acumulando mierda que queremos llamar éxito
Y este cabrón, con menos de lo que yo gastaba en gasolina,
era el hombre más rico del puto mundo.
La verdad es esta, y es la única que importa:
Tu reino cabe en un bordillo.
O no es un puto reino.
Es una jaula.







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