Siempre he sido un firme defensor de la idea de que las fotografías deberían hablar por sí mismas. Creía que el mejor enfoque era permitir que cada espectador interpretara la imagen a su manera, sin influencias externas. De hecho, en mi libro Ping Pong, simplemente proporcioné el lugar y la fecha de cada una de las 80 fotos, sin añadir títulos o descripciones.
Sin embargo, una serie de exposiciones en Hong Kong transformó radicalmente mi perspectiva. Observé que muchos visitantes recorrían la galería con la misma indiferencia con la que uno pasa por el pasillo de detergentes en un supermercado: rápidamente y sin prestar atención. Esto me llevó a cuestionar por qué no se detenían a contemplar más profundamente mis obras.
La respuesta fue reveladora: la mayoría de las personas no poseen un conocimiento profundo de la fotografía como los que nos dedicamos a este arte. No ven las imágenes a través de los mismos ojos entrenados. No es culpa de ellos, sino responsabilidad mía por no ofrecerles una guía que los introduzca en la obra.
Me di cuenta de que si proporcionaba esa guía, los visitantes se detenían más tiempo frente a cada foto, intentando comprender y conectar con la escena. Esto no solo enriquece su experiencia sino que también aumenta las posibilidades de apreciación y, por qué no, de una venta futura.
¿Cómo guiar a los espectadores?
Conocer los detalles y el contexto detrás de cada captura me ha permitido guiar mejor al espectador a través de la narrativa visual. Empecé a incorporar títulos y citas de fotógrafos famosos que complementan y expanden la perspectiva de cada imagen.
Por ejemplo, consideremos una foto que tomé en Seúl en julio de 2018. Podría simplemente mencionar la fecha y el lugar, o podría darle un título evocativo como "El chico que se fumaba un cigarrillo donde se le ponía de las pelotas". Este título no solo capta la atención, sino que también prepara al espectador para descubrir elementos cruciales en la imagen, como el contraste entre el joven fumador y la basura a su lado, un detalle que muchos podrían pasar por alto.
La Importancia de Narrar Visualmente
Aunque como consumidor y profesional de la fotografía no necesito títulos para "leer" una imagen, he aprendido que la mayoría de las personas benefician enormemente de este enfoque. No todos tienen la habilidad de interpretar los elementos visuales y entender la historia detrás de cada foto sin una orientación.
Guiar a los espectadores no significa limitar su interpretación, sino abrir una puerta para que puedan ver lo que yo vi en el momento de la captura. Es facilitar un diálogo entre la imagen y el observador.
Invito a todos a redescubrir la fotografía no solo como una forma de arte visual, sino como una narrativa que, cuando se presenta correctamente, puede ser profundamente conmovedora y significativa.
Un saludo,
Miguelitor
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